martes, 6 de marzo de 2012

Los niños y niñas YCM se contagian de la alegría de servir


Los niños y niñas del Club juvenil YCM de la ciudad de Cali están experimentando esta bella experiencia. Desde hace más de un mes ellos viajan todos los martes a la Fundación “Semillas de Amor” que atiende a niños de bajos recursos enfermos de cáncer.

Esperanza Gómez, una bacterióloga de Cali que renunció a muchas cosas para dedicarse a la Fundación YCEM (Yo Creo en Mí) es la persona que hace posible que nuestro Club en Cali funcione. Ella viaja todos los martes a la Fundación Semillas de Amor cargada de amor y de cariño para servir.



Luz Karime, una chica de 14 años miembro del Club, dice que esta ha sido la mejor experiencia de su vida. Ella está muy emocionada y cada que le corresponde ir a la fundación prepara juegos y actividades recreativas para llevarles a estos niños. Luz Karime ha encontrado en el servicio su vocación y cada día está más comprometida. Pero dejemos que ella nos cuente su experiencia en sus propias palabras:

“Cuando vamos a la Fundación Semillas de Amor hacemos la recreación, y es muy agradable porque ellos se divierten y además comparten con otros niños. Van conociendo más oportunidades porque les hablamos de la esperanza que deben tener en la vida. Les llevamos videos motivantes que les dan alegría.

Para mí eso es muy importante porque estamos cumpliendo una Misión de corazón llevándoles alegría para que ellos se diviertan. Les llevamos refrigerio y mientras comen les ponemos música relajante y Esperanza les dice palabras motivantes.

También los ponemos a dibujar para que por medio del dibujo expresen sus sentimientos. También hicimos una canción y en medio de la canción ellos expresan.
Me he sentido muy feliz compartiendo con estos niños que son muy diferentes a mí. La parte más agradable es que no sólo ellos aprenden, nosotros también aprendemos mucho por medio de esa experiencia”.

En los Clubes juveniles YCM les enseñamos a los niños y niñas que ellos no son víctimas del destino, que en vez de eso, son los dueños de su propia vida. Ellos no sólo han tomado esta enseñanza para sí mismos, sino que ahora la están transmitiendo a otros niños.

A pesar de que los niños de nuestro Club, dada su situación socioeconómica, tienen sus propios problemas, se olvidan de ellos para ir a alegrarle la vida a otras personas. Esa es la clase de Liderazgo que les enseñamos a estos chicos.

Desde ya, estos niños y niñas se están  convirtiendo en agentes de cambio positivo para ellos mismos y para su entorno a través del liderazgo basado en principios. No sólo están cambiando sus vidas, ahora están cambiando también la vida de alguien más.

¡Gracias a tu aporte estamos marcando la diferencia!

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